Tomado de Correo.- Un hecho de lo más curioso sucedió con Chris Birch, un aguerrido jugador galés de rugby, quien sufrió en el 2011 un accidente en el gimnasio que le produjo una lesión en el cuello y luego una apoplejía. Cuando despertó en el hospital, el sujeto que llevaba su vida como heterosexual, se dio cuenta que ahora le gustaban los hombres.
“Nunca me había sentido atraído por hombres antes. Ni siquiera tenía amigos gay”, señaló Birch, quien luego del accidente renunció a su trabajo en un banco, terminó con su novia con la que se iba a mudar y dejó de ejercitarse y jugar rugby para comenzar una nueva vida como peinador profesional en un salón de belleza.
“De repente odiaba todo lo relacionado con mi vida anterior. No me llevaba bien con mis amigos, no me gustaba el deporte y me aburría mi trabajo”, indicó.
Fuente: Correo